Cita de Rebeldes, Sonia

Con cuidado de no despertar a Johnny, fui a sentarme en los escalones a fumar un cigarro. Entraba el amanecer. Toda la parte baja del valle estaba cubierta de niebla y, a ratos algunos pedazos se desprendían de ella y flotaban formando nubecitas. El cielo estaba despejado por el oeste y el horizonte era una línea delgada. Las nubes viraban del gris al rosa y la neblina estaba teñida de oro. Hubo un momento completamente silencioso en que todas las cosas contuvieron la respiración, y justo después salió el sol. Era hermoso.

Pág 99,Rebeldes